Verbena de San Lorenzo | Lavapiés | Madrid

Año tras año, y dependiendo del calendario, comienza la Verbena de San Lorenzo sin que haya finalizado la Verbena de San Cayetano . Así se confunden en los recuerdos de ‘isidros’, ‘guiris’ y demás turistas, por estar tan próximas en su celebración y desarrollarse en barrios aledaños (Cascorro-El Rastro y Lavapiés) y a cada cual más castizo, que hoy por hoy, son el mismo: el Barrio de Embajadores del centro de Madrid.

Y sin que se hayan apagado los sonidos de las músicas de la Verbena de San Lorenzo comienza al otro lado de la Calle de Toledo, en la zona de La Latina, en el Barrio de La Paloma (Barrio de Sol del Distrito Centro) la Verbena de la Paloma, la más castiza de todas las verbenas de Madrid.

La Verbena de San Lorenzo se celebra alrededor del 10 de agosto, festividad de San Lorenzo, que se venera en la iglesia de San Lorenzo, sita en la calle del Doctor Piga, con entrada también por la calle del Salitre,. Y ambas próximas a la calle de Argumosa donde se instala el recinto ferial, desde la plaza de Lavapiés, y el escenario principal de los conciertos, al otro extremo.

Verbena de San Lorenzo | Lavapiés | Madrid

San Lorenzo, nació en el siglo III, posiblemente en Huesca, en la Hispania Tarraconensis, fue uno de los 7 diáconos de Roma, ciudad donde fue martirizado en una parrilla el 10 de agosto de 258.

En el siglo XVII, el arzobispo de Toledo mandó que se edificara un templo cristiano en un solar que según una antigua y falsa leyenda fue antes sinagoga, en el corazón del barrio de Lavapiés. Ya que este popular barrio madrileño no disponía de iglesia alguna. Se dedicó esta nueva iglesia a San Lorenzo aprovechando la devoción que se le tenía, Así nació la iglesia de San Lorenzo en el centro de los llamados ‘barrios bajos’ de Madrid. Y que, en épocas anteriores, fue conocida de forma popular entre sus vecinos como ‘la parroquia de las chinches’.

Ahora, cada año, el día 10 de agosto, tras la misa en honor de San Lorenzo, sale sobre las 8 de la tarde la Procesión de San Lorenzo para recorrer las principales calles de Lavapiés entre la alegría del vecindario. Y, a la hora de la vuelta de la imagen de San Lorenzo a su iglesia, se vuelca sobre la carroza para coger una flor de las que adornan al santo y así tener salud para todo el año. En un rito parecido al de unos días antes en la Procesión de San Cayetano.

Finalizada la procesión, la música y la fiesta inundan las calles de Lavapiés, que tiene la plaza de Lavapiés y la calle de Argumosa como centros del jolgorio festivo en esa noche del día más caluroso del año, como solían decir los madrileños y madrileñas más castizos.

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